Les presento la ecografía abdominal de Paquita, una gata castrada, de raza Común Europea, de 8 años de edad. Paquita acude a su veterinario por un cuadro de gingivitis severa, por el cual se le realiza una analítica de sangre completa y una anestesia para limpieza de boca con extracción de piezas dentales. En la analítica no hay alteraciones relevantes, y el test FeLV/FIV resulta negativo. Los propietarios comentan que la gata tiene vómitos y diarreas intermitentes desde hace meses. A la palpación se notan las asas intestinales engrosadas, por lo que se solicita la ecografía abdominal.
Asas intestinales yeyunales
Siempre se debe valorar el aspecto ecográfico de los ganglios linfáticos que drenan el intestino, siendo los más visibles los yeyunales. En el caso de Paquita, están ligeramente aumentados de tamaño, pero mantienen la ecogenicidad y el índice de esfericidad, es decir, se mantienen ovalados. Esta imagen ecográfica sugiere que se trata de ganglios reactivos.
Comentario: a la hora de valorar ecográficamente el tracto gastrointestinal, debe evaluarse la estratificación de la pared, el grosor total y relativo de cada una de las capas y la motilidad de los distintos segmentos intestinales.
En el siguiente esquema se muestran las distintas capas del tracto gastrointestinal; a la izquierda la imagen ecográfica, a la derecha su equivalente histológico.
La ecografía de Paquita muestra un marcado engrosamiento de la capa muscular; el diagnóstico diferencial de este hallazgo se puede resumir en inflamación crónica intestinal o linfoma gastrointestinal. Según un artículo de A. Zwingenberger publicado en el Journal of Veterinary Internal Medicine en 2010, se concluye que el hallazgo de una capa muscular engrosada en gatos mayores es más sugestivo de linfoma que de IBD, mientras que la linfadenopatía puede aparecer tanto en uno como en otro proceso.
La recomendación, en todo caso, es realizar una biopsia de espesor total por laparotomía/laparoscopia, así como una biopsia de ganglio yeyunal.
En el caso de Paquita, que es integrante de un grupo de más de 8 gatos, se optó por tratamiento sintomático con corticoides, antibióticos y gastroprotección.
Agradecimientos a la Clínica Veterinaria Moixica.