miércoles, 5 de noviembre de 2014

Caso Clínico Bruno


Hola compañer@s;

Les presento el caso de Bruno, no por ser un caso clínico raro, pero sí por ser de esos que nos enseñan a no dar cosas por sentado y, como no, por tratarse de un diagnóstico eco-asistido!

Bruno es un macho entero de 11 años de edad estimada, mestizo de talla pequeña. Se presenta en la clínica el día 28 de agosto por un cuadro de dolor lumbar severo de rápida evolución. En la anamnesis la propietaria destaca una ligera pérdida de peso no asociada a una reducción del apetito o a una alteración en la ingesta de agua. El resto del comportamiento del animal es aparentemente normal. 

A la exploración Bruno presenta marcado dolor lumbar no asociado a ningún déficit propioceptivo. Salvo una condición corporal de 3-4/9, el resto del examen físico es normal. 

Se realizan dos radiografías laterales de la columna, abarcando todo su recorrido, y una analítica básica, no hallándose ninguna alteración. Se presupone un cuadro de dolor neuropático y se prescribe un AINE (firocoxib) y un analgésico (tramadol). El paciente parece responder positivamente al tratamiento, pero éste es suspendido a los pocos días por la aparición de un cuadro de gastroenteritis.


Columna lumbar sin aparentes alteraciones radiológicas
                                                         
El día 11 de septiembre Bruno vuelve a consulta con el mismo cuadro de dolor. Para intentar evitar la aparición de signos digestivos, se opta esta vez por meloxicam y se añade omeprazol a la pauta. Una semana después, ante la persistencia del dolor, se añaden tramadol y gabapentina al tratamiento. El paciente responde positivamente.

El día 25 de septiembre acude de nuevo a consulta con una reagudización del dolor lumbar; esta vez se detecta ataxia severa y déficits propioceptivos en ambas EPs, aunque la valoración neurológica es complicada, pues el grado de dolor del animal es extremo. Se procede a su sedación, empleando una combinación de un alfa-2-agonista, dexmedetomidina, y un opiáceo, metadona, por vía intramuscular, alcanzándose una buena sedación del paciente.

Se repiten las radiografías laterales de columna lumbar, apreciándose la existencia de material radiodenso ventral al cuerpo de L6 y zona caudal del cuerpo de L5. Ante el aspecto característico de la lesión, se interroga a la propietaria sobre la posible existencia de signos asociados con disfunción prostática (hematuria, estranguria, disuria,...), negando la misma haber notado ninguna alteración en la micción.


Presencia de radioopacidades en cara ventral de cuerpos vertebrales L5-L6

Ampliación de la zona afectada

Se procede a la palpación prostática, que aparentemente es normal, y se realiza una única proyección lateral de tórax, que también es normal. Se realiza el examen ecográfico del abdomen, donde se evidencia una próstata de tamaño normal, pero moderadamente hipoecoica y con la presencia de numeroso ecos hiperecoicos en el parénquima, compatibles con mineralizaciones. Asimismo se observa un ganglio del linfocentro sacroilíaco aumentado de tamaño y con ecotextura heterogénea. El resto del examen ecográfico es normal.
Próstata hipoecoica, de bordes irregulares y zonas hiperecoicas compatibles con mineralizaciones.

                                     
Ganglio linfático aumentado de tamaño, con exotextura heterogénea

Compresión de la arteria y la vena ilíaca externa por parte del ganglio linfático

Se procede a la PAF de la glándula próstatica, se tiñe la muestra con Diff-Quick en la clínica, se comprueba la calidad de la misma (a la vez que se observan signos de malignidad) y se envía al laboratorio para su examen citológico. 

El diagnóstico citológico es de NEOPLASIA DE GLÁNDULA PRÓSTATICA, adenoma o adenocarcinoma bien diferenciado. Se presupone que la lesión observada en radiografía es una metástasis osteoblástica de dicho tumor.

Las neoplasias prostáticas son poco frecuentes, siendo la mayoría de los tumores de origen epitelial. El adenocarcinoma prostático es el más habitual. Se trata de una neoplasia invasiva localmente y con alto potencial metastático, principalmente a pulmón y a linfonodos regionales. Tienen además una especial predilección por metastatizar a esqueleto axial, produciendo características lesiones osteoproductivas. Una vez se detecta la existencia de metástasis, se pueden plantear un tratamiento paliativo con radioterapia y/o quimioterapia, no existiendo protocolos estandarizados para este tipo de tumores. Al tratarse de neoplasias que expresan COX-2, los AINES que inhiben esta enzima pueden utilizarse como tratamiento paliativo.

En este caso en concreto, dada la existencia de lesiones probablemente metastáticas, se descarta la prostatectomía. La radioterapia no es una opción por motivos geográficos, y los propietarios optan por un tratamiento paliativo con AINES. Se pauta firocoxib SID, tramadol BID, gabapentina TID y omeprazol SID. Diez días después Bruno permanece estable, con un grado de dolor compatible con la calidad de vida, con lo que se reduce la dosis de firocoxib a EOD. En pocos días empeora clínicamente y el día 3 de noviembre sus propietarios optan por la eutanasia.

Agradecimientos a la Clínica Veterinaria Alcúdia.

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